lunes, 19 de septiembre de 2011

DOS GRAVES PROBLEMAS INSOLUBLES

Siempre hemos pensado los colombianos, que el mayor problema que tiene el país, es el de las FARC y su derrota definitiva. Y estamos agradecidos con el Doctor Alvaro Uribe por la forma como manejó el asunto en los ocho años de su gobierno, durante los cuales, si bien no pudo derrotarlas completamente, por lo menos las dejó disminuidas, escondidas en las cumbres de las montañas y aún, debajo de la tierra.

Hoy, a diez meses de ejercicio del gobierno Santos, lo que se ve, es un revivir del grupo terrorista, acompañado esta vez, de lo que consideramos en este escrito, uno de los dos más grandes problemas que padece el país, cual es la desconfianza, en sus Altas Cortes. Porque no se escapa ninguna. Veamos.

A una clara permeabilización de la política en la Corte Suprema, se suma ahora, el sorprendente fallo sobre el valor probatorio de los computadores de Reyes.

No solo sorprendente por lo que muchos juristas consideran que tiene de antijurídico, son por los graves daños que ya el está ocasionando al país en su lucha contra el terrorismo.

Y ahora, como para empeorar las cosas, el Consejo de Estado, le pega un hachazo a la columna vertebral de la estructura de nuestras Fuerzas Armadas con el fallo condenatorio contra la Nación por el asalto de las FARC al campamento de las Delicias. El Consejo de Estado al actuar así, termina siendo subversivo, porque ataca al Estado que combate el terrorismo.

Y miremos ahora al Consejo Superior de la Judicatura, esa sobrediseñada organización, sobre cuyos manejos, al nombrar reemplazos temporales de los Magistrados, fueron denunciados en la revista Semana del 2 de marzo, bajo el título, El Carrusel de los Magistrados, con el resultado de que, al darles palomitas de Magistrados a Jueces municipales de sueldos de 4 o 5 millones de pesos, por cuenta de una ley estúpida, los beneficiados logran pensiones de 10.5 a 12.75 millones de pesos. Y por esto no hay una sola investigación que se sepa ni hay nadie preso, pues eso es legal.

Y este primer gran problema, no tiene solución, porque cualquier tratamiento constitucional o legal que quiera dársele tiene que pasar por las manos de esta “élite intocable y superpoderosa”.

Y vamos ahora al segundo problema que tampoco tiene solución que sepamos. El de la baja calidad de las administraciones municipales y departamentales, pues mientras los cargos públicos sean asignados como lo son hoy,  según la cuota de poder de los políticos, no serán nunca eficientes.

El caso de Bogotá causa espanto. Y si miramos nuestra inmediata circunstancia, tenemos que decir que si por allá llueve por aquí no escampa.

El gravísimo problema del Hospital San Jorge, está afectado en altísimo grado por esta desgraciada circunstancia. Si esta situación persiste, el cierre del Hospital y su privatización será inminente: una auténtica tragedia.

La incompetencia de muchos altos funcionarios en nuestro patio, dan ganas de llorar. Y nuestros alcaldes lo saben y nada pueden hacer porque, así es el sistema que nosotros mismos inventamos. Y si miramos lo que nos espera de acuerdo a las candidaturas en juego, no tenemos la más mínima posibilidad de que las cosas algún día mejoren.

¿O será que nos comió el pesimismo?

FERNANDO AGUDELO VELASCO
Presidente Ejecutivo

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