Trae el último boletín de la Asociación de Ingenieros de Risaralda AIR la gratísima noticia de una reunión celebrada por el mandatario con cerca de 30 Ingenieros Civiles afiliados a la Asociación en la cual estos, liderados por su Presidente el Doctor Gonzalo Ríos expusieron ante el gobernante la enorme preocupación que asiste al gremio, por el deterioro de la transparencia en la misma que se viene registrando en nuestra región desde hace ya varios años promueve la entidad gremial el criterio de que se acabe el mecanismo de la “asignación a dedo” de las convocatorias para participar en la selección de proponentes, amparada esta práctica en disposiciones legales y estatutarias de los organismos contratantes, que se ha generalizado hasta limites aberrantes con casos como los de la empresa Aguas y Aguas que insiste y persiste tozudamente en ella, a tal punto de que ya la mayoría de los Ingenieros descartaron esta empresa como una posibilidad de obtener trabajo.
Pues bien, el Señor Gobernador haciendo a un lado la discrecionalidad que lo asiste ha convenido con la AIR un sistema de contratación que se resume así:
Primer día: invitación pública por medios de comunicación
Segundo día: Información para los proponentes interesados
Tercer día: Inscripción de proponentes interesados
Audiencia Pública de selección de proponentes por sorteo
Cuarto, quinto y sexto día: Presentación de propuestas de los 10 oferentes seleccionados
Séptimo, octavo y noveno día: Evaluación de propuestas recibidas
Décimo y décimo primer día: Informe de evaluación
Duodécimo día: Adjudicación de contrato.
Ahí está pues. Cuando se quiere se puede. Porque nosotros nunca recibimos una respuesta razonada de la Junta Directiva de la empresa Aguas y Aguas, cuando les propusimos que, para la menor cuantía esto es entre 112 salarios mínimos legales vigentes o sea $59.987.200 y 2.000 salarios mínimos legales vigentes o sea $1.071.200.000, las convocatorias se hicieran por sorteo dentro del registro de proponentes de la misma empresa. Es que nos sigue pareciendo absurda una discrecionalidad de convocatoria de tal magnitud. No nadie nos dio ninguna razón que justificara esta extraña postura.
El Señor Gobernador, en actitud que lo enaltece ya nos había dado muestras de querer caminar por el sendero correcto cuando, ante quejas formuladas por nosotros y por Risaralda Ética sobre la contratación en una de sus dependencias, a los pocos días removió el funcionario y designó a uno que nos ofrece plenas garantías. Eso se llama, querer hacer las cosas.
Y esto que sucede en la Gobernación en la contratación de las obras que tienen que ver con la tragedia invernal es lo menos que podemos pedir de todas las instituciones oficiales y privadas, para que se elimine ese manto de duda permanente que sobre la contratación de muchas de ellas todavía subsiste
Presidente Ejecutivo
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